ECUADOR: PAÍS PEQUEÑO, GRANDES DIFERENCIAS
La democracia, en sus
inicios, parecía la forma de gobierno más adecuada. Diversos factores, entre
ellos la industrialización han determinado que la individualidad reine por
encima del colectivo, es decir, la
producción tiene más importancia que las personas.
El filósofo y lingüista
Noam Chomsky, realiza el análisis de la democracia estadounidense y el cómo la
riqueza y el poder han recaído en manos de unos pocos. Analizando las
problemáticas plateadas, Chomsky vaticina la realidad latinoamericana. El caso
de Ecuador es un claro ejemplo de como la riqueza y el poder se han concentrado
históricamente en pocas manos.
Aterrizando un poco en lo
reciente, es pertinente contextualizar lo acontecido en el país en octubre de
2019. El pasado 01 de octubre de 2019, Lenín Moreno, presidente de la Republica,
anunciaba un paquete de medidas económicas, según él, destinadas a “fortalecer
la economía”. Un repaso rápido por las medidas y bajo la consideración de varios
economistas, dichas reformas beneficiaban a un pequeño grupo de la sociedad
ecuatoriana. Chomsky lo llamaría como una protección para los que más tienen,
de esta manera la riqueza y el poder no cambiaría de manos.
Como ha sido una
constante en los últimos meses en varios países de América Latina, existieron
varios levantamientos ante medidas que afectaban a la mayoría. Ecuador dio
inicio a todo. En el punto más crítico del levantamiento indígena, acompañado
por ciertos grupos de estudiantes y sindicatos, y, posterior a la decisión del
gobierno de eliminar el decreto 883, el cual liberaba los precios de los
combustibles; cierto grupo de personas criticaron la decisión de Moreno, pues
para ellos no debía dar paso atrás y cuestionaban que “el 7% (indígenas) hicieron
retroceder al gobierno”. En este punto es importante destacar que, y haciendo
un símil con Chomsky, el 1% del país (banqueros) durante los últimos años han sido los que han
armado políticas austeras que han favorecido a pocos, un claro ejemplo es la
reducción de impuestos a la salida de divisas.
Bajo la premisa del
levantamiento indígena, sale a la luz otro análisis, asimismo desarrollado de
manera exquisita por Chomsky. El filósofo menciona a los sindicatos o
movimientos como un “poder democratizador”, es decir, un grupo de personas que
buscan hacerse escuchar, buscando así la voluntad de la mayoría y no de unos
pocos. En el antes mencionado paro de 2019, existieron grupos que levantaron su
voz en rechazo a las medidas de austeridad, sobretodo la Confederación de
Nacionalidades Indignas del Ecuador (CONAIE). La respuesta del gobierno
ecuatoriano, al igual que en Estados Unidos, o no yéndonos tan lejos, en Chile,
ha sido una respuesta de represión por parte de las Fuerzas Armadas. En el documental se expone que esta siempre ha
sido la solución de los gobiernos que buscan mantener los privilegios.
En el caso ecuatoriano
aún hay mucha tela por cortar. Si bien el levantamiento consiguió una parte del
clamor popular, la población debe estar atenta, pues el gobierno de Moreno en
conjunto con la Asamblea Nacional, aprobaron la ley de simplificación
tributaria, medida que viola la constitucionalidad del país. Por otra parte,
los movimientos sociales se mantienen a la espera de las posibles nuevas
medidas enviadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que de seguro, en
esta ocasión, tendrá más eufemismos que la última vez. Bajo este contexto, es
lamentable que en Ecuador se esté colando de manera abrupta un neoliberalismo
radical, el cual sustenta lo advertido por Chomsky, la concentración de la
riqueza y el poder en unos pocos.
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